Son muchos los trabajos que terminan teniendo algún tipo de problema debido a no haber preparado la base del mismos de manera adecuada. Ningún trabajo sobrevive si la base falla.
Es cierto que en ocasiones damos por hecho que la tela que hemos comprado esta correctamente elaborada, pero te asombraria saber cuantos controles no han pasado algunas de las telas muy conocidas.
Hoy muchos materiales se fabrican en Asia, y las telas por más «marca» que tengan en su mayoría llegan desde allí. Los estándares de calidad no son los mismos para una tela calidad estudio o profesional. Las preparaciones con las «pintan» son muy distintas.
¿Cómo determinarlo? Fácil: haz una dilución de un color acrílico que esté formulado con un pigmento orgánico, por ejemplo Azul Ftalocianina, Violeta Quinacridona, Verde Permanente, etc. Esta debe ser una dilución de 1 parte de color en 30 ó 40 partes de agua destilada (nunca diluir un color acrílico con agua del grifo si quieres evitar problemas). Con esta dilución haz algunos trazos paralelos y perpendiculares con un pincel de pelo suave. Observa si el trazo se difunde o si se agrupa en la parte central del trazo. Si esto sucede estamos ante una tela con exceso de resina, y probablemente no sea precisamente una resina acrílica 100 x 100. Riesgos posibles: falta de adherencia, difícil trabajar con acuarela, secado de oleos muy lento, grietas y rajaduras a lo largo del tiempo.
Una tela bien preparada y apta para su uso artístico deberá tener un trazo definido, y homogéneo.