Durante todos los años de mi carrera profesional he podido ver con mucha pena como el esfuerzo económico y el trabajo de muchos artistas se veía frustrado por el uso inadecuado de algunos materiales. En cambio por amistad o cercanía he tenido la posibilidad de asesorar a muchos artistas sobre el correcto uso de los productos y sus posibilidades dentro de las técnicas que querían aplicar, evitando así defectos posteriores.

Además en el transcurso de innumerables seminarios y cursos que he tenido la oportunidad de ofrecer, pude observar como los artistas tienen muy poca o casi ninguna información técnica sobre los materiales que utilizan. Los fabricantes, salvo muy pocas excepciones, no se han preocupado en informar o asesorar debidamente sobre ellos.

En muchas ocasiones se observa el poco contacto que existe entre los fabricantes y los artistas. Este «puente», a mi entender necesario e imprescindible, es el que pretendo ofrecer desde este lugar. 

Generalmente la «atención al cliente» que se desarrolla de manera efectiva en muchos sectores comerciales, brilla por su ausencia en las empresas que fabrican productos para artistas, o en cambio generan una información enfocada a promocionar uno u otro material en base a una necesidad comercial.